miércoles, 13 de octubre de 2010

La Caída: Tercera Parte - Tormento

Algunas gotas caen del cielo, humedeciendo la tierra levemente, como lágrimas fugitivas de unos ojos cansados... ojos y miradas, cuales? Una fusión de tus ojos verdes y mi mirada triste... extraña combinación, León... y ahora, que lo pienso... no dejo de reparar en cuanto me has enseñado, cuanto de ti he incorporado en mi, de tu fuerza, de tu pasión...  tú, dentro de mí ,despiertas mis pasiones, mis fortalezas, me entrenas y me preparas...
Sonrío con malicia y pesar, pues anhelo mucho sentir lo que teníamos allí... en estas noches más que nunca, en estos tiempos que corren deseo tanto tener más que recuerdos vívidos. 
Ah... pero debo concentrarme en la tarea que tengo por delante, este ha sido un día raro, uno más de los que he tenido, menos extraño de los que vendrán... preguntas y sensaciones viejas con respuestas extrañamente familiares.
De alguna manera las preguntas y experiencias del hoy reflejan las del ayer, las sensaciones se parecen pero no son las mismas... son pruebas fehacientes de mi cambio? De tu fuerza despertando mi fuerza? Más que despertando... es entrenamiento de batalla? Y es esto, tal vez, conciliar los anhelos y los deseos de trascendencia...?
Tal vez...
Mientras dejo que este camino se vaya construyendo, mis ojos vuelven a contemplar el pasado, extrayendo de esos momentos algo de conocimiento...
Y me topo de lleno con mi sufrimiento, como una nube de vapor en medio de una mugrienta calle... lejos  de mis amados bosques.

"Estoy  sintiéndome aterrado por las cosas que veo y percibo; el Caos y la Nada siempre han sido mi mayor temor y pierdo terreno ante ellos... supongo que esta es la forma en que la Discordancia y sus parásitos me castigan por ser quien soy. No puedo odiar, pero eso no los aleja de mí... han sabido encontrar muchas otras maneras de torturarme y hacerme flaquear.
No puedes decirme que las cosas están yendo bien porque sé que no es así... pero dime entonces, ¿qué haremos para seguir adelante? ¿Cómo retomas la Vida y el placer por sentirla vibrar cuando todo permanece estático y me comprime de una manera que me asfixia y me mata de una manera lenta y progresiva? A veces siento que me deprimo de una manera tan silenciosa, frágil y cruel que nadie se da cuenta... y aún cuando se dan cuenta, ¿qué podrían hacer ellos?  Hoy por hoy  pocos tienen el poder real y necesario como para calmarme y darme fuerzas.
Estoy agobiado, tan agobiado...

Oh, dioses, ayúdenme a encontrar el camino en medio de este pantano de mundanidad que me arrastra hacia abajo. Me he quedado solo, me han despojado de certezas y de provisiones... me muero de hambre y sed... Me siento perdido, mermado en mi espíritu. ¡Dime que he hecho tan mal! Hay una gran discordancia en torno a mi persona, una gran nube oscura y siniestra que se alimenta de mi sufrimiento.
Y aunque mi frialdad y quietud es un gran desprecio... no puedo negar el amor y la naturaleza que me une a este mundo doliente, como una magia  llena de secretos que alivian el espíritu me has descrito, mi amado León. Mi precioso Leonhart... tú que ya no estás entre nosotros, que te recuperas en las Islas de Más Allá de los Mares que Separan. ¡Por favor, libérame! ¡Libérame, no quiero estar más acá!  Por favor... por favor... no quiero más...
Y tú, que no eres León, sino el recipiente mortal de Zidane Tribal ¿A que juegas conmigo? En esta historia, un sencillo hilo en un tapiz mayor... ¿qué esperas que haga por ti? ¿Qué puedo hacer por mí? Salvo esperar... y de tanto esperar me he vuelto paciente, aunque a veces temo que me vuelva una pálida sombra de lo que alguna vez pude lograr ser.
Canta el pequeño durnnai, con el corazón mancillado y dolido... canta el pequeño gatito en la noche solitaria... esperando, siempre esperando... amando y cuidando pero ¿quien lo ama y lo cuida a él?
He escuchado tantas voces, he respondido tantos llamados... y ahora que vuelvo a mi vida me encuentro solo. Hoy esta realidad me duele, me pesa, me arrastra... me confina a formas horribles de lo cotidiano, de evaluaciones, de exigencias, de juicios... y siento que mi mente naufraga en silencio, poco a poco."

Y entonces... mis lamentos lo atrajeron. Era cuestión de tiempo... se apoderó de mi, como un Hombre del Saco que me arrastró a las profundidades de la Ciudad de los Muertos Vivientes... y allí, en las profundidades hediondas, sometió mi confundida mente he hirió mi corazón... desgarrándolo con sus zarpas, hurgando en mis recuerdos, envenenando mis ilusiones, ahogándome...
Sus palabras... sus palabras... sus malditas palabras... que no eran más que el goce de un monstruo sobre un alma confundida.

"- Es preferible estar muerto, verdad?
- No.
- Desearías estar muerto, verdad?
- Tal vez...
- Todos y todo son una gran mentira,  un gran monumento a la Discordancia... ¿Porque tratas de traer Armonía aquí?
- Porque en mi está su Promesa... aunque no entienda que es eso. Porque hay cosas que valen la pena.
- Menciona tres de tus “valiosas cosas.”
- Los Animales...
- Respuesta de bolsillo... Les convendría estar muertos...
- No son culpables, no debe dárseles sufrimiento... No entra dentro de mis prerrogativas.
- Tú sufres... gratuitamente. No te defiendes, no atacas... tu naturaleza es violenta, castígalos, destrúyelos. La Oscuridad del Durnnai. Los dominaste una vez... puedes volver a traer ruina a sus vidas, mancillarlos de la misma manera que ellos te mancillan.
- Confundes mis pensamientos... a pesar de todo, el sufrimiento me purifica... Y no reviviré viejos pecados. No me harás retroceder.
- Control emocional... se te da tan bien eso. Navegas en la emoción de otros... y aún así estas solo.
- Mis amigos... ellos valen la pena...
- Mentiras... sabes que no valen la piel en la que están impresos, te olvidan fácilmente, te subestiman, te sobrestiman, ven de ti algo que no eres... y jamas serás la que quieren que seas. Te utilizaran, te agobiaran con sus problemas, te destrozaran el alma y el corazón...
- ...
- Acércate a ellos y se alejaran, aléjate de ellos y te olvidaran. Están centrados siempre en sí mismos... y aún aquellos que pueden hablar algo de tu propio idioma desfallecen en sus propias fantasías, se consumen como tú, agotan su Existencia en grandes ideales y pequeñas obras.
- En lo pequeño esta el comienzo... es lo importante.
- El odio y el egoísmo son lo que conocen, el avatar languidece y pierde sus batallas ganadas, la flor de los duendes se marchita en su propia historia, los elfos desaparecen, los humanos van y vienen en pequeñas historias y los durnnai parpadean y mueren... dime, ¿cómo pueden valer la pena? ¿Cómo puedes valer la pena?
- Aprendemos... unos más que otros, cosas distintas, cosas iguales... y nos rodeamos y confortamos en lo que podemos, tal vez no podamos hacer magníficos cambios...
- Desfalleces...
- Pero independientemente de circunstancias fortuitas, de discordancias y nubes tenebrosas... el alma del avatar va a brillar, la flor crecerá fuerte, los elfos volverán, los humanos encontrarán su camino... y los durnnai seguiremos más allá de la Puerta de la Muerte.
- Y tu morirás creyendo eso... solo, olvidado de amistades y amores ficticios.
- Mi amor no es ficticio. Es la primera vez que puedo decir que siento un amor real... mis experiencias me han preparado para reconocerlo.
- Tú amas, ama todo lo que quieras... el tema no eres tú. Son los otros... siempre los otros. Te consumirán y sólo dejarán de ti una carcasa vacía... Zidane Tribal es prueba de ello.  Que golpe de gracia te ha dado tu propio pueblo.
- El amor vale la pena.
- Repites frases hechas... ya no crees en ellas, verdad?
- ...
- Se te vuelve difícil seguir sosteniendo tu dignidad. Es fácil soportar la muerte de tu León,  el desprecio de los que te rodean... una, dos veces... pero ¿y ahora? ¿Dónde está tu brillante estandarte de: “podemos ayudar, todos podemos ayudar si expandemos la Armonia”?
- ...
- Y ahora lloras... con tanta debilidad, como te debes despreciar. Y haces bien en odiarte. A alguien tienes que odiar. Te resulta más fácil odiarte a ti mismo que a los demás... y yo sé que es así: no odias a los demás porque tienes miedo de que se enojen, y así acelerar el proceso  de abandono.
- Los dioses me acompañan... nunca estamos solos, aún cuando nos sintamos así.
- Sigo escuchando frases armadas. ¿Te has quedado sin palabras para retrucar? Siempre tienes algo que decir... siempre eres un metomentodo.... pero eso es cuando alguien necesita algo, y extiendes tu mano y lo sostienes por un tiempo... pero y ahora? Estas solo... no hay manos hacia ti. ¿Dónde están tus dioses?
- ...
- ¡Que ganas tienes de correr y llorar  y arrodillarte ante  Tribal y mendigar su amor! Hablarle de todo lo que los dos son...
- El amor no se mendiga... se da y otorga en libertad, a quien puede recibirlo.
- Y evidentemente Tribal no lo recibirá... y tu León cría gusanos, su recuerdo es menos que el humo de los hornos donde se creman a los herejes.
- Confundes mis pensamientos... usas mis temores y esperanzas en mi contra, desfallezco porque  veo reflejados mis temores, mis flaquezas... veo en mi y en los demás sus temores y sus sufrimientos.   Veo las esperanzas que se debilitan... y aún así aún cuando esté vacío seguiré adelante.
- ¡He aquí el guerrero durnnai! Luchas por causas perdidas... reconfórtate en tus fantasías. Pronto desearas  que estar muerto sea una realidad...
- Posiblemente... pero a pesar de mí  mismo, seguiré adelante. Ya hice mi elección hace mucho tiempo... y lloraré lo que tenga que llorar, pero no me volveré “eso”.
- Es irónico como el Universo pone palabras a lo que no quieres nombrar... recuerda “de lo que te has ocultado, te convertirás”.
- Acepto mi Destino, con sus cosas buenas y malas... dolores y alegrías... Al final, la Armonía prevalecerá.
- Eso quieres creer... voy un paso por delante tuyo y de todos tus amigos.
- Al menos por hoy, eso parece...
- Tarde o temprano, todos y cada uno caerán.
- Y para tu pesar y nuestro dolor, nos volveremos a levantar... me aseguraré de ello.
- Puedes intentarlo...

He aquí mis luchas interiores, y no ha pasado un día en que mis parásitos no se me acerquen y me confronten... y aunque no cedo a sus requerimientos, no puedo dejar de reconocer que me asedian, me debilitan por completo y me alejan de todos los que amo. Me confunden y me vuelven sordo a las necesidades. Me paralizan de un terror y una desesperanza absoluta.
Me estoy muriendo en soledad..."

Me quedo en silencio... erguido, recordando con los ojos encendidos y el corazón encogido por aquella experiencia, pues aún me resulta increíble haber pasado por esos momentos, ahora, a la distancias los contemplo con un dejo de extrañeza, no sin compasión por quien fui, por quién quería ser y por los amores que no fueron... 
En ese momento decía saber reconocer el amor verdadero... y si, es cierto... podía reconocer el amor verdadero, pero eso no es suficiente. Es necesario disciplina y madurez para comprender el alcance del verdadero amor... del vínculo... por ese entonces era inmaduro, mi corazón y mente carecían de la disciplina que requería poder amar en este cuerpo mortal, era caprichoso y egoísta, era una necesidad y no un deseo... 
¿Qué fue lo que me rescató? 
Ah... muchas cosas... como siempre, nada es uni-determinado... sino, multideterminado. León, la Dama de la Libertad, un Oso, mis dos hermanos del alma... y mi propio e indómito espíritu, qué, aún sepultado y aprisionado por mi trastornada mente mortal, se esforzaba por reconducirme a mis bosques, a la libertad...
Pero eso corresponderá a otro relato, pues mi caída termina con esto... el tortuoso camino a la liberación... el escape de la Ciudad de los Muertos Vivientes... vendrá en otro momento.
La lluvia sigue cayendo, acompañandome... trayendo alivio y limpiando los malos momentos... aún falta tiempo para que la Puerta se abra, pero no mucho... y lo mejor, es que esta parte de mi historia se termina.
Ahora sólo queda el resto, la Huida...
Y luego, la libertad... los bosques, León y mi Hogar.

Torturado en la Ciudad de los Muertos Vivientes.

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