martes, 14 de septiembre de 2010

Reconstruyendo el Pasado - Capitulo 2: Espejo de la Luz

Una vez más, la noche me encuentra contemplando parte de mi pasado, intentando reconstruirlo. Abrigado al calor de mi propio ser, arropado por unos brazos fuertes y afectuosos, reparo en las primeras preguntas que surcaron mi inmadura mente de aquel entonces.
Esas cuestiones, iniciadas con ingenua seriedad, trajeron respuestas que fueron el producto de una razón aún doblegada al Mundo Cotidiano. 
Pero era un comienzo...

Una vez más, mis ojos dorados recorren las palabras grabadas en este remanso del Río del Tiempo:


"Amor, paz, y alegría. Triunfo, gloria, honor y valor. Verdad, sabiduría y templanza. Luz, Oscuridad y Penumbras. Armonía y Equilibrio. Dios.
¿Dónde fue aquello?
En mi hogar... el lugar del cual todos provenimos y a donde queremos volver. Algunos. Al Oeste... mi alma anhela regresar y descansar de sus aflicciones. Para re-encontrarme con mi pueblo y conmigo, para expresar en todo mi ser la verdadera forma de mi alma. Pero aún hay mucho por hacer... mi alma lo sabe.
¿Qué es mi alma?
El Durnnai, la Oscuridad Profunda... bajo la bendición  de la Luz Eterna. La redención de lo que una vez fue impío y cruel, ahora es inocente y pura. El odio y la destrucción trasmutados en amor y armonía. A Valfäris Elvereä, la eterna gracia de mi alma, la pasión de mi espíritu, el fulgor de mi mente y el instrumento de mi cuerpo. Amén.
¿Qué soy yo?
Un Hijo de las Estrellas. Errante Solitario. En espíritu, la tristeza que canta en la plegaria de los Sueños Perdidos; en mente, la voz que murmura en las hojas de los grandes bosques de la Antigüedad. En cuerpo, el titilar de una estrella en las tinieblas del mundo. Estoy atrapado y no lo acepto; eso me hace ser libre.  
Arrogancia, Vanidad, Egoísmo... pecados del pasado, pruebas del presente. Humildad, Compasión, Comprensión... triunfos del pasado, bendiciones del presente. El futuro es incierto, sombrío y tenebroso. Lo desconozco. Me asusta. Estoy solo.
¿Dónde estoy yo?
En el infierno que los humanos se han creado. No pertenezco aquí, no lo acepto."

Ciertamente, muchas cosas han cambiado desde que fueron escritos tales pensamientos; aunque las emociones y la búsqueda del propio Ser no ha sido una de ellas. Tan sólo los conceptos que los enmarcaban.
Un espejo roto, que simboliza la evolución de la mente y del corazón atravesando las experiencias mortales hasta lograr una mejor comprensión de la Existencia.
Buscaba mi propio ser vistiéndome de las blancas prendas de los demás, de lo que querían los demás de mi, de lo que esperaban de mi. 
Tal vez, alguna vez esperé eso mismo de mi. La bondad de la Luz Eterna, la Idea de un Dios.
Ahora sonrío frente a esa simple [e insuficiente] forma de pensar, de sentir. En realidad las respuestas eran todo lo que me rodeaba, no una parte. 
Vestido de blanco, rodeado de negro; allí estaba la verdadera forma de mi Ser; como una Estrella Errante que vaga por los Bosques Antiguos.
Soy Hijo de la Bendita y Profunda Oscuridad, reflejando la Luz, honrándola, amándola sin detrimento de mis propias sombras. 
Estoy en un infierno creado por los humanoides, es cierto... pero lo he aceptado, y eso me hace aún más libre de lo que creí posible.
Y en este infierno, soy un espejo que refleja la Luz, como un faro en la Noche para los mortales perdidos en el Mundo Cotidiano.

El Faro de la Noche, la Estrella Errante...

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