martes, 26 de abril de 2011

Pasado, Presente y Futuro: Carina

Mientras aún permanezco en las Tierras Baldías, las estrellas de Tauro relucen en el cielo nocturno,  ascendiendo... son indicio de un día especial, un recordatorio de la llegada a este Mundo Matrix de una amiga y hermana entrañable para mi, de una persona sagrada para mi corazón.
Es el Día del Nacimiento de la Leopardo de las Nieves... suspiro al recordarla, y la extraño tanto que se me humedecen los ojos al escuchar el silencio a mi alrededor... pero sé que ella, al igual que mi Self, busca la felicidad haciendo su camino en este Mundo Matrix, entrando en su propio Bosque Oscuro para buscar refugio cuando está cansada.
Porque ella sabe, con la sabiduria que le es innata, que el Mundo es más de lo que se ve a simple vista, ella sabe del arte, de las imagenes, de la magia que una mirada transmite y que sus manos pueden forjar, con trazos de un pincel, figuras sacadas de sueños.
Porque ella sueña, siempre sueña...

Recuerdo que ella fue la primera  que encontré de mi Pueblo, la primera en verdad con quién pude vincularme y permitirme soñar y aprender... la primera que fue una amiga de verdad, la que me enseñó a no sentir verguenza y a reirme de mí mismo, a ser desafiante... la que me señaló que todo eso estaba dentro de mí.
Oh, recuerdo bien aquellos tiempos... en los que mi ánimo no era más que el de una sombra... también recuerdo que ella es la estrella que me guió y acompañó en los años de alegría y la que estuvo presente para bendecirme con el amor de una hermana, devolviéndome una imagen valiosa de mi mismo en años posteriores, los más oscuros que me han tocado vivir hasta entonces.
Si... recuerdo muchas cosas,  de esta vida... y de la otra vida también, cuando ambos nos adentrabamos en el Mundo Antiguo, luchando y batallando contra los monstruos de la Discordancia y de la Estridencia, pues ¿quien podía resistirse a tus hechizos y a los míos? ¿A nuestras armas afiladas como garras?
Recuerdo nuestros viajes...y a nuestros leales amigos, a mi León, y a tu Lobo, al Tigre, y a los Tres Osos; y otros más, que estaban allí para recorrer el Mundo.
Y también te recuerdo cantando bajo la nieve y diciendo "¡las hadas, han venido las hadas!" mientras caían los copos de nieve como estrellas...
Porque por ti... amiga mía, las estrellas bajan a saludarte!

Nuestra amistad es muy antigua, más que muchas edades de los Humanos... lo sabes, de lo contrario... ¿cómo explicas el amor que hay entre dos personas como nosotros? Esa conexión que nos resulta tan familiar, es que somos tan locos, tan cuerdos, tú y yo... tan parecidos y tan distintos. 
Un gata blanca y un gato negro.
Una Leopardo de las Nieves, delicada y orgullosa, fría y salvaje... pero tierna y compañera, honesta y valiente... y por sobre todas las cosas, divertida.
A veces me pregunto... si cuando miras las estrellas, la luna, el mar o los árboles... recuerdas lo que yo recuerdo, a veces me pregunto qué es lo que ven tus ojos celestes como el cielo al mirar y suspirar... y muchas veces me pregunto, cuando volverás para que podamos charlar como siempre lo hacíamos, en torno a una mesa aquí, o un fuego de campamento allá... 
Preguntas... y respuestas silenciosas.
Lo único que sé, Carina, amiga mía... es que mientras deambulo y trato de cumplir mi Misión en estas regiones, siempre levanto la mirada y miro hacia el horizonte, esperando ver tu silueta recortada contra la luna, deseando escuchar tu voz volviendo a cantar... "¡las hadas, han venido las hadas!"

Pero mientras espero a que eso ocurra, cierro los ojos y murmuro mis plegarias por ti, por tu corazón, por tu siempre eterna mirada pícara... y para que sigas descubriendo la felicidad de todos los días.
Por que esa felicidad está en tu interior.

Gracias por estar allí... y por estar aquí, en mi corazón.

Las estrellas han venido a saludar...

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