viernes, 14 de enero de 2011

Presente: "Bésame y dime adios..."

El viento sopla sobre los Mundos... una sensación de movimiento que se despliega desde el Mundo Antiguo hasta el Mundo Matrix... con ese viento fue que llegué hasta la Ciudad de los Muertos Vivientes, rápido, veloz y furtivamente... me deslicé por sus calles, buscando a alguien, llevando un mensaje de vital importancia...
Ayer jugaron  las cartas mágicas del Tarot Existencial... y así el Tigre y el Arquero salieron al derecho, con una gran alegría para mi corazón; las estrellas formaron un circulo de color en medio de la bendita Oscuridad Interior y el Agua, el Fuego, la Tierra y el Aire bendijeron el renacimiento, la liberación...
Y esto es sólo el principio... para todos, nuevos principios... y tal vez, necesarios finales.

Una vez más... la Rueda del Khä se pone a girar y un nuevo jugador entra en escena...
Aún falta mucho camino para recorrer, lo sé muy bien... pero finalmente, el mensaje fue entregado y así como llegué tuve que irme... regresé de la misma forma, con el viento, esquivando a los enemigos, dejando de lado las voces que reclamaban y amenazaban.
No les hice caso...

Tal vez debería haber vuelto al Mundo Antiguo, a los Bosques Exteriores... pero no lo hice... he vuelto aquí, al último lugar de mi visión... al lugar donde medité sobre la Noche de los Hados. Estoy cansado y dejo que la magia fluya de mis manos para proporcionarme una cálida fogata. Soy un punto de luz en medio de una planicie yerma y llena de sombras.
Porque la llanura sigue siendo poco más que piedras y extensiones áridas... la visión fue sólo eso, una visión, una promesa... me recuesto, rendido ante mis viajes, ante mis reflexiones, ante lo que veo... hasta donde puedo... lo que ocurrió, lo que ocurre y lo que ocurrirá...
Estoy rendido... y entonces, lo escucho a él, esa parte de mí que se queda sin aliento cuando me muevo hacia la Ciudad de los Muertos Vivientes; sus pasos son lentos, signo evidente de su extremo agotamiento, y se detiene frente a mi, con la fogata de por medio.

- Espero que alguna vez concibas un método de aprendizaje que no consista en desgastarme el cuerpo, la mente y el corazón... - murmura con ese tono de voz gruñón que ha aprendido adoptar, un tono lleno de fastidio.

Me incorporo y pienso que lo que voy a decirle no ayudará en lo más mínimo a aliviar sus ansiedades, sus angustias; tal vez podría disfrazar la verdad, darle esperanzas... pero sé que el Mundo se encargará de darle eso, y aún cuando quisiera hacerlo... en el fondo no me creería, así que, lejos de sentirme mejor por ello, le digo:

- Aunque te siga costando entenderlo, pequeño mío, no todo gira en torno a ti en los Mundos - murmuro con firmeza, no exento de ternura... aunque sé que eso no es suficiente... y creo que nunca lo será para mi Yo.

- Lamentablemente... es el único Mundo al que puedo acceder - refunfuña mi contraparte mientras arroja unas ramitas al fuego, haciendo que las chispas se eleven por el aire nocturno - Pueden haber miles de Mundos alli afuera... pero es en este en el que me encuentro y no hay otros para mi... suelo encontrarme en encrucijadas que ni siquiera tú puedes resolver satisfactoriamente....y ni lo que tú ni nadie diga... puede cambiar eso, qué te parece? Qué tienes para agregar? Miles de posibilidades se abren para mi... pero sólo pocas estan a mi alcance realmente, y ya sea por mi mismo... o porque los demás no estan a mi altura... es lo mismo que nada.

Por dentro sonrío... siempre he sido un condenado cuestionador, detrás de mi apariencia tranquila frágil y mansa se encuentra una criatura feroz con muy pocas pulgas...un ser frío que cuando algo no le gusta, puede ser muy cruel... extrañanamente, esa crueldad y ese cinismo siempre es para conmigo.
Lo tengo merecido, en cierto aspecto... soy un padre y una madre que de un día para el otro le da hermanos a un hijo único... a su único y verdadero hijo... así que entiendo su enojo, su ira, su dolor... después de todo, son mi pena, mi dolor y mi enojo...
Y no es así cómo uno se comporta con quien sabe que jamás lo abandonará? No es así el amor incondicional...? Los dos lo sabemos... somos "prisioneros de la libertad" que nos da el amor...
Mi Yo sabe que mi Self jamás lo abandonará... al menos no hasta que la Puerta de la Muerte se abra para él y lo integre a mí para viajar libre por completo. Extraño destino para las mentes y cuerpos mortales...
Y me lamento por tal destino, me aflijo por ellos... y por mi, que debo experimentarlo.
Antes  de que pueda decir algo, responder a esa pregunta incómoda, mi Yo se me adelanta con un hecho atroz, algo que me conmueve... hay dos gruesas lágrimas que resbalan por sus mejillas al mirarme con esos ojos marrones y oscuros...

- Dime a quién hemos dañado, a quien hemos hecho tanto mal para que tengamos que pasar por esto? - su voz no tiembla más que un poco, tal vez enojado por mostrarse vulnerable - Por qué me haces ver lo que se necesita y lo ofreces libremente mientras que a mí solo me dejas las esperanzas de que hacemos lo mejor? Tú buscas algo... buscas abrir esa Puerta y reencontrarte con León... y a mí qué me quedara entonces? Una vida maravillosa llena de todo y de nada... Vivo incluso de tus migajas... no pertenezco allí, no pertenezco allá... deambulo por el Mundo Matrix con el vértigo de tus hazañas y visiones... al mismo tiempo que soy demasiado pequeño para viajar a tu ritmo y comprender todo lo que tu comprendes...

- Créeme que también velo por tu bienestar... - digo, pero sé que eso no es suficiente. Cómo podría serlo?

- Lo sé... - dice mi Yo con la dignidad del vencido, de aquél que sabe que esta en un gran aprieto y aún así... no pierde las esperanzas de salir adelante, me siento maravillado de su estoicismo, de su frialdad y su vulnerabilidad... es una version de mi mismo cuando la Existencia era joven; sinceramente escalofriante - Pero el problema es que ha ocurrido algo en estos últimos viajes a la Ciudad de los Muertos Vivientes... todo y nada es lo mismo... todo es ciclico... no tengo referencias, me haces moverme en ciclos mas grandes de lo que puedo comprender... no me alcanza el tiempo y al mismo tiempo es demasiado... me congelo con el calor y me sofoco con el frío... me enfrentas al amor con el desamor... y al desprecio con una sonrisa... tú lo comprendes y tu tranquilidad me resguarda por un tiempo, pero soy un niño pequeño que cierra los ojos mientras su padre lo hace girar vertiginosamente por los aires... y ni siquiera puedo gritar...

Recuerdo que el tema de los padres y los animus y los hombres y los hijos... se repite una y otra vez y la contraparte de ellos, las madres y las animas y las mujeres y las hijas. Opuestos y complementarios. Unificalos...

- Y allí estas una vez más... - me acusa mi Yo con una sonrisa desabrida - Allí vas una vez más en disertaciones y visiones que a mi me dejan cansado, me alimentas tan sólo a base de promesas. Y has matado todo lo mortal que había en mí... lo sé muy bien y me he dejado matar, porque durante  30 años he estado buscando esto y una vez que obtengo lo que deseaba me hallo frente a algo mucho mas grande y realmente solo.

- Qué puedo decirte que calme tu dolor y tus anhelos? - pregunto sin ingenuidad alguna y respondo con la certeza del que conoce el verdadero rostro de la Esperanza - Nada... esa es la mas pura y llana verdad, no te mentiré y eres demasiado... viejo en tu juventud... como para aceptar palabras de consuelo. Como podría calmarte con palabras? Y aquél que se contenta con palabras es porque siempre ha tenido un padre, siempre ha tenido una madre y alguna que otra vez, aunque erradamente, ha sido amado y deseado... pero para ti, las experiencias han sido mezquinas en lo que has anhelado...

- Y aún así sigo amando - murmura mi Yo con la mirada perdida, conteniendo el aliento frente a mis palabras que lo confrontan a una verdad que se le reveló desde que se dio cuenta que los monstruos si existían debajo de la cama de uno.

- Y seguirás amando hasta que el corazón se te rompa en mil pedazos - le digo, sin un ápice de maldad pero sabiendo que esto sólo acrecentara su inquietud - Recuerdas la frase de Antimodes...?

La mirada de mi Yo se desenfoca y se estremece, lentamente la recita mirando el fuego que es tan indiferente a nosotros como nuestro destino: - "La magia no resolverá tus problemas, sino que los incrementará. La magia no hará que le gustes más a la gente, sino que hará que aumente su recelo hacia ti (aún cuando se acerquen con una sonrisa). La magia no aliviará tu sufrimiento, sino que se retorcerá y arderá en tu interior hasta un punto que en ocasiones pensarás que incluso la muerte sería preferible" 

Asiento con una mirada serena, compasiva - Y cuando creas que no podrás aguantar... te volverás a levantar, dejarás que los demas vengan a ti y se vayan de ti... y tú estarás completo, porque sabes que en el fondo no los necesitas.

- Eso es lo peor... ni siquiera triste por tal hecho puedo sentirme ya, pero creeme que estoy muy lejos de sentir felicidad alguna
- me vuelve a mirar, los ojos secos una vez más... después de todo, es mi reflejo y las lágrimas nunca fueron mi fuerte - Me iré empequeñeciendo y desapareceré como las estrellas desaparecen frente a la llegada del día... este es mi destino pues? Ser tu envase para que cumplas tus misiones en pos de la Armonia? Te diré algo, Self que todo lo equilibra, haremos las cosas a tu manera... pues es evidente que no tengo opción y mi voz, más que a otras, se la lleva el viento de los acontecimientos... no se me permite tener esperanzas, así que dejaré que tú manejes todo... llegaré a cumplir o moriré en el  intento y así todos saldremos ganando. Es la letra pequeña del contrato, verdad? Si no aprendes en esta vida, aprenderás en la próxima.... que así sea, pues...

Suspiro ante esa desesperanza, me levanto y observo a mi Yo que, extrañamente, está vestido de verde, el color de la esperanza. Su figura es un pálido reflejo de mi Self, en torno a él se percibe una fragilidad y una vulnerabilidad extrema, pero también una fortaleza desconocida... especialmente para él mismo.
Dejándome llevar, ensayo las primeras estrofas de una canción antigua, de un hechizo antiguo...

Algo ha cambiado en mi interior,
algo ya no es lo mismo
Ya estoy cansado de jugar con las reglas
del juego de los demás

Es demasiado tarde para volver a pensarlo,
demasiado tarde para volver a dormir
Es hora de confiar en mi intuición
cerrar mis ojos, y saltar.

Es hora de intentar
desafiar a la gravedad
Creo que intentaré
desafiar a la gravedad
Bésame y dime adiós...
... porque estoy desafiando la gravedad
Y tú no me harás caer.

Mientras canto, mi Yo se levanta, empieza a moverse al ritmo de esta melodía, intentando seguir su cadencia suave y delicada; entonces canta con la pasión de su propia esperanza las mismas estrofas:

Algo ha cambiado en mi interior,
algo ya no es lo mismo
Ya estoy cansado de jugar con las reglas
del juego de los demás

Es demasiado tarde para volver a pensarlo,
demasiado tarde para volver a dormir
Es hora de confiar en mi intuición
cerrar mis ojos, y saltar.

Es hora de intentar
desafiar a la gravedad
Creo que intentaré
desafiar a la gravedad
Bésame y dime adiós...
... porque estoy desafiando la gravedad
Y tú no me harás caer.

Mientras mi Yo cantaba, aprecio su mortal belleza, me coloco enfrente y tomo sus manos; ahora somos un espejo viviente lleno de diferencias y de semejanzas, los opuesto unificados, anhelos y deseos. Sin mediaciones, enfrentamos la siguiente parte de este ritual que surge del interior.  

Me he cansado de aceptar los límites
porque alguien diga que lo son.
Hay cosas que no podré cambiar
Pero lo sigo intentando porque sino
nunca lo sabré.
He estado demasiado tiempo asustado por
perder el amor que suponía perdido

Sólo entonces nuestras voces se unen, pasión y esperanza mortal enlazada con la pasión y la esperanza de lo inmortal.

Pues bien...
si eso es amor ha de tener un precio alto
Entoces prefiero conseguirlo
desafiando a la gravedad.
Bésame y dime adiós...
... porque estoy desafiando a la gravedad.
Creo que intentaré
desafiar a la gravedad.
Y tú no me harás caer

Pronto voy a conseguirlo
desafiando a la gravedad.
Bésame y dime adiós...
... porque estoy desafiando a la gravedad.
Creo que intentaré
desafiar a la gravedad.

Y tú no me harás caer
No me harás caer

Cuando terminamos de cantar, veo que estoy solo, mi Yo ha vuelto a unirse a mi, pese a todos sus recelos y anhelos, sus inquietudes, comprende que en ciertos aspectos... no hay elecciones cuando uno emprende ciertos caminos.
No hay vuelta atrás.
Me siento una vez más... en esta llanura áspera que por un momento, gracias a mi magia, revivió nuevamente... ahora flota en el aire un suave aroma a jazmin. Debo ser sincero... no es mi Yo el único afligido.

También me siento cansado de estos viajes... y siento añoranza por él, por el León y nuestros leales amigos, por nuestro Hogar.
El resto de esta noche la paso recordándolo a él...  y murmuro unas palabras, unas de las tantas que le dije antes de despedirnos... pero León me corrigió:

- "Es un hasta pronto..."

"Bésame y dime adiós..."


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