Puerta III - El Oráculo de los Animales

Un nuevo ciclo que se termina, el tercero en esta rueda que gira y se acerca a sus momentos cúlmines; y mientras mis compañeros de distintos Khä-Theth viajan y se mueven mas cerca o mas lejos de mi visión, yo sigo avanzando en busca de los elementos y objetos que me permitan cumplir mi destino y participar de los acontecimientos que se avecinan.

Una manera de ocupar el lugar que tengo que ocupar, por mí mismo y por otros...

En esta oportunidad, junto con el Equinnocio de Otoño y el cambio de estación, la fuerza fisica ha mermado y un cansancio feroz se ha extendido por todas las regiones del Mundo Antiguo, así como una gran violencia se desata sobre el Mundo Matrix.

El Animus Solar y el Ánima Terrenal prepándose para saltar y encontrarse.

Junto con el cansancio y la violencia, he sentido la separación y el silencio... un manto de distancia entre algunos de nosotros; cada cual inmerso en su propio psiquismo. Me pregunto si cada uno de nosotros podrá resolver lo que le está ocurriendo, si son conscientes de qué deben resolver, o si, por el contrario, estan sumergidos en un debate o una complacencia mental que los llevará a estancarse en las riberas del Río del Tiempo.

Mis compañeros de Khä, los más presentes por este período de tiempo y espacio, estan abocados a sus tareas personales así que no se encuentran aquí; mientras ellos estan alejados, me dedico a rastrear mis símbolos de este ciclo. 

En esta ocasión, esos símbolos se han encarnado en un objeto compuesto por imágenes arquetípicas; sentu sus vibraciones apenas atravesé la entrada de aquél Monte, llamándome. Nunca había visto algo semejante y cuando mis ojos se posaron sobre la caja con las imágenes, lo supe.

Allí estaba la Tercera Llave.

Una vez en mis manos, logré comprobar que los Animales con los que siempre había soñado y hablado (Tigre, León, Oso, Cisne, Pantera, Lobo, Leopardo, Ratón, etc) eran tal y cual los había percibido, intuido y manifestado en amor y respeto para mis amigos y familia.

Y más aún, ahora no solo podía hablar con algunos, si no que se han manifestado 54 formas espirituales con las que poder comprender el movimiento de la Naturaleza, 54 Guardianes de la Madre Tierra, Guerreros de la Existencia.

54 arquetípicos y más aún, porque he empezado a percibir a otros Animales que aguardan el Llamado, al igual que nosotros. Somos la Gran Familia.

Con alegría y tranquilidad regresé al campamento que llamamos Refugio, y mientras la Pantera y el Tigre permanecían en concilio, esperando al Oso, me dediqué a consagrar las imágenes con fuego, aire, agua y tierra; y a traves de las Cuatro Atalayas convoqué a los Animales Sagrados.

Su energia vital invadió el lugar y me sentí satisfecho, sencillamente satisfecho por aquel suave saludo.

Ellos estaban listos para ayudarnos y, de algun modo, lo hicieron cuando nos presentamos y reencontramos más tarde como la Pantera y el Oso y el Tigre y el Gato.

No estamos solos, somos solitarios y nos estamos preparando... mientras me acuesto a descansar, soñando con los Animales y el Mundo Antiguo, siento que la fuerza volverá pronto y nos revelará grandes portentos.

Una de mis manos está abierta, como mi corazón, para recibir lo que viene, mi otra mano te sostiene a ti, en mi corazón... para ayudarnos a abrir y pasar la Puerta juntos.

Tercer Objeto y Llave de la Puerta