miércoles, 23 de febrero de 2011

Pasado, Presente y Futuro: Dye

A veces, las historias más cercanas son las más desconocidas, a veces lo cotidiano mata los canales de comunicación más pura... y las emociones no encuentran las correcta manera de expresarse y crecer en palabras y actos...
A veces el amor y su expresión viene como lluvias estacionales, en determinados momentos de necesidad, para poder seguir adelante y superar tales momentos. Terribles momentos de sequía, y desolación... el amor es como una lluvia refrescante que acaricia una tierra árida, pero cuya bajo superficie se encuentran todos los aspectos de la vida en forma latente.

La Existencia hace curiosos compañeros de viaje, y la vida en los Mundos, nos reune de forma peculiares; pero de una u otra forma, somos Hermanos en el Jardín Salvaje. 
Siempre.

Para mi, eso es un consuelo importante, un conocimiento de que algo aún marcha bien en la Existencia. 
En estos momentos, estoy en las Tierras Baldías, y me detengo a pensar y reflexionar acerca de tí, hermano mío, compañero de vida cotidiana, tan parecido y tan distinto, tan especial... no puedo dejar de escribir y expresar a partir de estas palabras cuánto y cómo te quiero.
Las palabras se las lleva el viento, dicen... pero estas quedaran aquí, escritas para ti, para que recuerdes... que siempre contarás con mi presencia, cercana o distante...

Tus caminos y los míos se unen y se cruzan, se separan... y en todos ellos, cuando nos encontramos, podemos divertirnos, viajar juntos por ciudades de muertos, por campos de guerra histórica, por los Central Perk de un grupo de amigos, cazar vampiros, revivir los días para salvar a alguien, viajar junto a la Comunidad, incluso cantar en un coro de perdedores... y siempre la pasamos bien juntos.
Pero... tal vez, y lo más importante... es cuando tú y yo, podemos pasar nuestro tiempo con la intensidad de 24... horas compartidas, paso a paso, un día en la vida de... tú sabes.
A través de todo eso, he aprendido... pero también a través de estar contigo, de verte crecer, de cuidarte, de pelearte, de enojarme y de alegrarme con vos y por vos... nuestras breves charlas, nuestras locuras personales... a veces me pregunto si alguna vez te ha spreguntado qué tan delirante está tu hermano, que vive viendo otras cosas.
Así es como veo tu Espíritu, antiguo y tan boscoso como el mío, gris como los cielos nublados, fresco y ventoso, libre como las gaviotas que sobrevuelan los Grandes Mares de la Existencia... si... tu alma es élfica... 
A veces me pregunto qué es lo que tu ves... tal vez alguna vez me lo cuentes, y volemos juntos y más lejos aún de lo que lo hacemos hasta ahora. Mientras ese día llega... me detengo a escribir estas palabras, para que no se las lleve el viento, para que queden y las leas...
Y aunque el viento puede erosionar las rocas y reducirlas a polvo... lo que quedará aquí siempre será el cariño y el amor que te guardo, por esta vida y por las anteriores... y por las que vendrán.
Deseo descubrir esos recuerdos... y forjar nuevos!!

Hermano mío, te quiero... jamás lo olvides.

Un alma libre, un alma élfica

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